Un Experto en Longevidad lo hizo y nos cuenta los resultados
Steve Horvath, bioestadístico y exprofesor de genética, se ha destacado como investigador en la startup de longevidad Altos Labs. En 2011, Horvath hizo un descubrimiento revolucionario al demostrar que el ADN de la saliva podía utilizarse para estimar la velocidad de envejecimiento de una persona. Aunque las calculadoras de «edad biológica» aún son experimentales y no deben tomarse excesivamente en serio, Horvath ha encontrado que actividades simples y saludables pueden marcar la diferencia en el proceso de envejecimiento.
Hace una década, Horvath desarrolló un reloj biológico en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), que predecía con precisión la velocidad de envejecimiento del cuerpo, independientemente de la edad cronológica. Esto ocurrió mucho antes de que el término «edad biológica» se popularizara y las empresas privadas comenzaran a ofrecer pruebas de edad biológica a cambio de una tarifa.
Aunque la aspiración es que estos relojes biológicos sean clínicamente útiles, actualmente se consideran más una novedad y no deben tomarse demasiado en serio.
Sin embargo, Horvath encontró inspiración en su propia vida al someterse a una prueba de su reloj GrimAge, que reveló que su edad biológica era aproximadamente 5 años mayor que su edad real a los 50 años. Tomó este resultado como una señal para mejorar sus hábitos de vida.
Estos son los cuatro cambios que Horvath implementó para reducir su edad biológica:
- Redujo su consumo de pan y pasta, aumentando su ingesta de verduras congeladas, como coles de Bruselas.
- Incrementó la dosis de un medicamento para el colesterol, las estatinas, que han demostrado beneficios para un envejecimiento saludable en personas en riesgo de problemas cardíacos.
- Comenzó a tomar cinco suplementos diferentes, incluyendo vitamina D, zinc, aceite de pescado, ajo y un suplemento de vegetales crucíferos.
- Realizó caminatas rápidas cuesta arriba durante aproximadamente 20 minutos todas las noches después de cenar.
Después de nueve meses, Horvath comprobó nuevamente su edad biológica y descubrió que había disminuido en 4 años. Sin embargo, Horvath enfatiza que este resultado es anecdótico y carece de validación adecuada.
A pesar de esto, los principios que Horvath siguió son simples y económicos, respaldados por la ciencia, y pueden ayudar a retrasar el proceso de envejecimiento. No es necesario someterse a una prueba de edad biológica para adoptar hábitos saludables como aumentar el consumo de verduras, hacer ejercicio y, si es necesario, obtener una receta médica para controlar el colesterol. Estas intervenciones respaldadas por la ciencia pueden contribuir a un envejecimiento saludable. Lo bueno es que cualquiera puede comenzar a incorporar estos comportamientos en su vida sin necesidad de pruebas de edad biológica. Simplemente, muévete y come más verduras.