Un reciente estudio ha establecido que este es un elemento importante para mantener una buena salud mental entre las personas mayores.
Finalmente, investigaciones recientes de España confirman que mantener una adherencia cercana a la dieta mediterránea está asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo en las personas mayores. Este estudio utilizó análisis de sangre para validar la ingesta de alimentos en lugar de diarios de alimentos autoinformados o cuestionarios, como en otros estudios.
Durante al menos diez años, la Universidad de Barcelona siguió a más de ochocientos cincuenta ciudadanos franceses de 65 años o más. La distribución de género fue casi equitativa y no hubo demencia entre los sujetos al inicio del estudio. El equipo de estudio realizó evaluaciones periódicas de biomarcadores, especialmente de ácidos grasos omega-3 esenciales como EPA y DHA, que son componentes principales de la dieta mediterránea. Además, se llevaron a cabo cinco evaluaciones neuropsicológicas en cada sujeto durante la duración de la investigación.
Los análisis de sangre mostraron que la estricta adherencia a una dieta basada en plantas y rica en grasas saludables demostró un menor riesgo de demencia senil.
La mayoría de los estudios anteriores sobre la relación entre la dieta mediterránea y el deterioro cognitivo fueron inconclusos, tal vez porque el recuerdo y el informe de las prácticas alimentarias de los participantes no eran precisos. El objetivo de este estudio fue desarrollar una medida más objetiva de la conformidad con los regímenes dietéticos recomendados utilizando marcadores.
En su publicación en Molecular Nutrition & Food Research de este mes, Mercè Pallàs señala que estos hallazgos representan un avance significativo en la precisión de los métodos de evaluación dietética.
La relación de la dieta mediterránea con el envejecimiento saludable del cerebro se refuerza con este estudio liderado por Caroline Susie, una dietista registrada. Aunque no es específico para la prevención de la demencia, la adherencia a este patrón dietético reduce la probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo.
¿Qué es la Dieta Mediterránea?
La dieta mediterránea se basa originalmente en tradiciones romanas y griegas y se consolidó en la década de 1950, pero se centra principalmente en alimentos a base de plantas. Los componentes clave incluyen:
- Verduras
- Frutas
- Legumbres
- Lentejas
- Frutos secos
- Semillas
- Papas
- Cereales integrales
- Aceite de oliva virgen extra
- Sustituir hierbas y especias por sal.
Permitidos en moderación:
- Productos lácteos
- Huevos
- Pescado rico en omega-3.
- Aves de corral
- Vino alcohólico (para acompañar una comida)
A evitar:
- Carnes rojas, grasas y/o procesadas
- Dulces
- Sal
- Alimentos altamente procesados
- Carbohidratos refinados
- Grasas saturadas
- Mantequilla
- Bebidas azucaradas
Aunque se llama «dieta», se centra en pautas generales en lugar de reglas estrictas y debe ir acompañada de ejercicio físico regular. También se anima a compartir comidas con familiares y amigos.
Beneficios de la Dieta Mediterránea
Además de reducir el riesgo de deterioro cognitivo con la edad, la dieta mediterránea ofrece diversos beneficios para la salud, como:
- Reducción de la probabilidad de enfermedades cardíacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer.
- Ayuda a mantener un peso corporal adecuado, así como niveles normales de azúcar en sangre, presión arterial y colesterol.
- Equilibra la microbiota intestinal
- Aumenta la esperanza de vida
Estos beneficios se derivan del énfasis de la dieta en:
- Grasas saturadas y trans limitadas
- Sodio limitado
- Azúcar limitada
- Aumento de grasas insaturadas saludables
- Aumento de fibra y antioxidantes
Micronutrientes y la Enfermedad de Alzheimer
Un análisis de los cerebros de 31 donantes de entre 70 y 76 años, algunos afectados por la enfermedad de Alzheimer, mostró niveles significativamente reducidos de ciertos componentes nutricionales característicos de la dieta mediterránea en comparación con cerebros normales. Algunos de estos micronutrientes son licopeno, betacaroteno, luteína, zeaxantina y las vitaminas C y E.
Otro estudio sobre la dieta MIND, una combinación de la mediterránea y enfoques dietéticos para detener la hipertensión, muestra una tasa reducida de incidencia de la enfermedad de Alzheimer, mejora cognitiva con menos síntomas en los participantes que desarrollan la enfermedad de Alzheimer.
Es posible interpretar esta información como una indicación de la asociación entre déficits de carotenoides y la enfermedad de Alzheimer, con consecuentes beneficios de adoptar dietas ricas en carotenoides para una mejor salud cerebral.